El HOSTELCUR cumplió el trámite y se impuso 1-4 en Nantes
Lugar: Complexe Sportif du Croissant (Nantes)
ASTA Nantes (1): Juliette Lescop, Alice Le Pottier (1), Marguerite Lescop, Laure Wetzel, Alice Coulon – e.i. – Luisiane Corbin, Morgane Le Pottier, Melodie Charliot, Danae Saulnier
HOSTELCUR GIJÓN H.C. (4): Christina Klein, Silvia Cadrecha (2), Marta González (2), Olga Giménez, María Díez – e.i. – Paula Calleja, Elena González y Lorena Alonso.
Árbitros: Thomas Ulrich y Thomas Elhert (Alemanes). No mostraron tarjetas
Goles: 1-0, Alice Le Pottier (3′); 1-1, Marta González (7′); 1-2, Silvia Cadrecha (18′); 1-3, Marta González (41′); 1-4, Silvia Cadrecha (47′)
El HOSTELCUR GIJÓN H.C. cumplió con lo previsto y se impuso en Nantes por el resultado de 1-4, en partido de octavos de final de la Copa de Europa Femenina disputado esta tarde en la ciudad francesa. Las locales comenzarían anotando en los primeros compases del encuentro por mediación de Alice, pero las gijonesas no perdieron la compostura y mantuvieron su estilo de juego a la espera de que llegara el gol del empate y los sucesivos. La igualada la conseguiría Marta y antes de llegar al descanso, Silvia anotaría el segundo para las asturianas. El dominio del juego correspondía al HOSTELCUR que atacaba con insistencia la defensa zonal presentada por el Nantes, pero sin mucho acierto ante la portería. Sin duda el cansancio del viaje por carretera del día anterior, llegando a Nantes de madrugada, pasó factura a las discípulas de María Fernández.
Tras la reanudación del partido en el segundo tiempo, la decoración siguió siendo la misma, un HOSTELCUR que llevaba la iniciativa, llegaba, pero le costaba marcar. No sería hasta el tramo final de este segundo periodo, cuando las goleadoras de la tarde, Silvia y Marta, anotaría para dejar el electrónico del pabellón con el 1-4 definitivo. La falta de puntería gijonesa se evidenció en el hecho de que no anotaron ninguno de los tres penaltis con los que fue castigado el conjunto local.
Como punto final de la crónica hay que reseñar el magnífico trato dispensado por el equipo francés que se comportó como un auténtico anfitrión con la expedición gijonesa que, en la despedida, regaló una camiseta como recuerdo al equipo rival.