Aniversario III: La Algodonera, más que una pista de hockey
Desde hace hace más de treinta años, La Algodonera se asocia al hockey sobre patines y a un montón de niños y niñas patinando en la pista persiguiendo una bola con sus sticks después de un largo camino; pero el origen de ese nombre hay que comenzar a rastrearlo en documentación de hace más de un siglo. A eso vamos…
El lugar que hoy ocupa la pista de hockey y todos los edificios de alrededor fue una fábrica de tejidos que según nos informa Rafael Fuertes Arias en su libro «Asturias Industrial» (1902) ocupaba unos 12.000 metros cuadrados de superficie. La Sociedad Anónima propietaria de la fábrica se constituyó el 19 de julio de 1899, con un capital social de un millón de pesetas, ampliándose en 1901 a la cantidad de dos millones y medio. El nombre de la firma era, efectivamente, «La Algodonera de Gijón«. En aquel tiempo, siempre según las noticias de Rafael Fuertes, la empresa daba trabajo a 420 mujeres y niñas y a 40 hombres.

En aquel tiempo, siempre según las noticias del mencionado Rafael Fuertes, la empresa daba trabajo a 420 mujeres y niñas y a 40 hombres.

La fábrica cesaría en su actividad en el año 1967 y en sus terrenos, como dijimos anteriormente se construyeron los edificios de viviendas que hoy conocemos y que sirvieron para alojar a los trabajadores de «Fábrica de Mieres» que fueron trasladados a Gijón al cierre de la misma para trabajar en la acería de Veriña que en aquel momentos se llamaba Uninsa (Unión de Siderúrgicas Asturianas, Sociedad Anónima) que nacía en aquellos años fruto de la fusión de tras empresas históricas: Fábrica de Mieres, Sociedad Metalúrgica Duro Felguera y Sociedad Moreda-Gijón.

La vitalidad del nombre de La Algodonera era tal que los edificios eran conocidos popularmente como les cases de L’Algodonera. Igualmente era corriente sentir en las estaciones de tren de Oviedo, Ujo, Mieres,… pedir los billetes al apeaderu de L’Algodonera que todavía hoy presta servicio aunque en un edificio bien diferente al que coexistió en los tiempos de actividad de la fábrica.

Como decíamos en los terrenos de La Algodonera de Gijón se construyeron las casas de Uninsa (más de trescientas viviendas) y además de una pequeña zona ajardinada (que tardó unos años en adecentarse) se construyó una pista deportiva en la que se disputaban, sobre todo, partidos de fútbol, hasta que unos años más tarde, a mediados de los años ochenta, un grupo de chavales de El Llano, convencieron al mierense Rufino Ballesteros (ex-árbitro internacional de hockey sobre patines y trabajador de Uninsa) que apoyado por otros compañeros de la fábrica se pusieron a la tarea de hacer renacer el hockey sobre patines en Xixón.

Y hasta hoy en la que seguimos escribiendo la historia de este espacio singular en la vida de un barrio obrero.
Este artículo no habría sido posible sin la aportación documental de Pablo Gallo.