Aniversario XXXI: Una eliminatoria con susto
Algo extraño pasaba sobre el parqué del pabellón Mata Jove aquel 9 de abril de 2011. Todo había comenzado razonablemente bien unas semanas atrás cuando el BIESCA visitaba la pista del Cerdanyola para medirse al cuadro catalán en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa de Europa. Las catalanas se llegaron a adelantar hasta en tres ocasiones, pero las gijonesas habían conseguido darle la vuelta al marcador y se traían para casa una ajustada victoria (4-5) que ponía la eliminatoria favorable. Luchi y Bárbara, con dos goles cada una y Ainhoa habían anotado los tantos asturianos, mientras que por el conjunto catalán Vanessa Daribo había marcado 3 y Adriana Gutiérrez el otro gol del Cerdanyola.
Llegó el 9 de abril y la afición gijonesa abarrotaba Mata Jove para ver un partido entre dos equipos que podían aspirar a estar en la final del campeonato, pero que irremisiblemente uno quedaría apeado ese día. Lo mismo que en el partido de ida, la igualdad fue la tónica dominante, hasta que en el minuto seis de la segunda parte Adriana Gutiérrez adelantaba a su equipo, poniendo las tablas en la eliminatoria. Los minutos iban pasando y entrados en el tramo final del partido el BIESCA, que estaba siendo superior en juego, se hizo conservador dando por bueno el resultado, aunque al técnico local le sorprendía que el equipo rival no arriesgara ya que el valor doble de los goles fuera de casa darían el paso a semifinales al equipo gijonés.

Por otra parte, uno de los colegiados portugueses encargados del arbitraje del partido (Monteiro) manifestaría posteriormente que le extrañaba que el BIESCA no se mostrara más agresivo en ese tramo final del encuentro en busca de una iguala ya que parecía que por juego podrían conseguirlo.
Al finalizar el tiempo reglamentario las jugadoras gijonesas celebraban el pase a la Final Four en el centro de la pista, pero…
A estas alturas de la narración ya se puede intuir que aquello del valor doble de los goles fuera de casa funciona en otros deportes, pero no en el hockey sobre patines. Una deficiente lectura del reglamento de competición había inducido a error y había que ir a la prórroga. Ambos equipos se mostraron conservadores y el marcador no se movió por lo que fue necesario acudir al lanzamiento de penalties.
Al último de los lanzamientos se llegó con más igualdad en el marcador, habían anotado Laia Ruíz para Cerdanyola y Sara Lolo para el BIESCA. Le tocaba el turno de cerrar la tanda a Luchi Agudo, enfrente tenía a la guardameta internacional Laia Salicrú, toda una garantía. Puskas, nervioso en la grada, le manifestaba a Naves su confianza en que anotaría y así fue, Luchi mandaba la bola a la escuadra derecha, lejos del alcance de Laia y la alojaba en el fondo de la red.
Ahora sí, se podía celebrar el pase a la Final Four.
La fiesta continuó en el exterior del pabellón con el tradicional tercer tiempo momento en el que Fernando le confesó a Naves algo así como que “si no ganamos, no salimos vivos de aquí”.