Aniversario XLII: Cuando nos quedamos sin entrenador del primer equipo femenino
Venimos recordando en esta serie de artículos semanales una colección de anécdotas y hechos que fueron conformando la historia del Club a lo largo de este cuarto de siglo. Unos son más conocidos que otros y para quienes se incorporaron más recientemente al Club son en la mayoría de los casos momentos absolutamente desconocidos.
A veces el hecho que se narra inevitablemente es de dominio público, pero sus interioridades, quizá, no lo son tanto. A esto dedicaremos el artículo de esta semana.
La temporada 2011/12 había terminado de la mejor manera posible. Se había conquistado la Copa de la Reina por primera vez en la historia del equipo y se había alzado la cuarta Copa de Europa en Portugal, pero por el contrario el ciclo de Fernando Sierra y de Ainhoa García como entrenador y capitana se cerraba en el equipo.

Para el repuesto de Fernando se pensó en Lolo Fernández un técnico ovetense que afrontaba de esta manera su primer reto en el hockey femenino, pero llegado el tramo decisivo en la primavera de 2013, por motivos laborales, Lolo tuvo se veía obligado a dejar el banquillo gijonés. El entrenador se lo comunicó a la Junta Directiva y afrontaría su último partido como técnico en la pista del Manlleu al que derrotaría por un contundente 0-5.
Ante esta situación y mediada la temporada no resultaba nada sencillo encontrar un recambio. Fernando Sierra, desde Colombia donde se encontraba preparando el Mundial con la selección de aquel país se ofreció a volver para que pudiéramos salir del paso, pero se entendió que había que buscar una solución de futuro y se guardó aquel ofrecimiento como último recurso en el caso de que fallaran otras alternativas.

Se convocó una reunión a la que asistieron, además de la Junta Directiva, con María Fernández, Pulgui, que en aquel momento ejercía labores de coordinación del Club además de formar parte de la plantilla del equipo de OK Liga y Ainhoa García que también formaba parte del organigrama del Club. Se analizaron las pocas opciones que había y poco a poco fue cobrando fuerza la idea de que Pulgui abandonara su puesto de jugadora y se hiciera cargo de las labores de entrenadora ya que, además, contaba con el título nacional exigido por la reglamentación.
Se ponderó mucho su inexperiencia ante un reto tan importante, pero poco a poco, en el transcurso de la reunión, fue dejando claro que tenía el carácter suficiente para afrontar la difícil tarea que se le iba a encomendar. La experiencia la iría adquiriendo.
Al finalizar la reunión el equipo femenino tenía una entrenadora.

Debutaría aquella misma semana frente al Girona en la pista de Mata Jove con el resultado de 4-2 y acto seguido el desplazamiento a Voltregà para disputar la Copa de la Reina que terminaría trayéndose para Gijón en el que sería el primero de sus grandes triunfos al frente del banquillo desde el que conquistó una OK Liga y dos Copas de la Reina.
Como entrenadora Pulgui dirigió un total de 138 partidos (109 de OK Liga, 10 de Copa de la Reina y 19 de Copa de Europa).